...los sentidos...

Cuatro messes y una semana depués...el sonido de la Gaita continua provocando en mi emociones que sólo aquel que ha peregrinado y ha llegado a la Catedral de Santiago de Compostela...conoce...​

​Recuerdo el sol que nos acompañó aquella tarde hermosa que vio nuestros últimos pasos. Y el que conoce a Santiago sabe que el sol no forma parte de lo cotidiano de tan lluviosa ciudad.

Cierro los ojos intentando recordar la risa de mis amigos... lo que hicimos la noche que llegamos a la ciudad... si llovía o no ... si hacia frio ... quién me acompañaba...dónde dormí....y quedan recuerdos de detalles como estos...pero permea el sentimiento que nadie...ni aun el tiempo logra borrar... y que algo tan simple como volver a escuchar una Gaita... ver la llovizna caer, o simplemente estar en quietud... me transporte a los momentos mágicos que vivi.​

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